¿Quién miente?
En primer lugar, hay que considerar que el grabado pretende ilustrar un episodio de la guerra de Sucesión Española, y en efecto, en 1704 Barcelona fue objeto de un intento de desembarco por la armada anglo-holandesa (rechazado por los catalanes, que entonces mantenían a Felipe V como rey) y otro en 1705, esta vez exitoso; la Generalitat ya había proclamado rey de España al Archiduque Carlos. Como se sabe, las fuerzas franco castellanas no entrarían en Barcelona hasta el sangriento sitio de 1714. Por tanto, si el contexto del gravado es la Guerra de Sucesión, los barcos del grabado no pueden ser sino holandeses. Hay que advertir que la imagen nos muestra una fachada de Barcelona claramente posterior a 1714 (con el barrio de la Ciudadela ya convertido en fortaleza militar). De donde la intención del autor es realmente difícil de valorar y precisa un estudio en mayor profundidad.
Pero lo realmente definitivo es ¿qué pinta una bandera roja y gualda en un navío español de 1714? Como pabellón naval español, la bandera se introduce en 1785. Hasta el más alcoholizado de los historiadores debería saberlo.
Detallines técnicos que no deben inquietar al comisariado de la exposición. La comisaria en cuestión es doctora en historia por la Universidad Autónoma de Barcelona, miembro de la Junta de la Societat Catalana d’Estudis Històrics (Institut d’Estudis Catalans) y autora de diversos artículos y libros de historia como “La Generalitat de Josep Irla” y “Parlament de Catalunya”. Ha coordinado el libro “Memòria Gràfica del 1714” (editorial Base) que se presentará en Blanquerna en el marco de la muestra que se exhibe hasta finales de abril en el Centro Cultural Blanquerna de Madrid. También en 2013, Agustí Alcoberro recopila el grabado (esta vez sin Photoshop) en Els Gravats de la Guerra de Sucessió, Efados-Aj. de Barcelona, 2013, pág. 172 con el siguiente pie "Pierre Aveline. Barcelonne Ville de la Principaute Catalogne Située a la mer Mediterranée".
No es la única falsificación que les han colado a los comisarios (doctores en historia sagrada y que se han gastado un millón de euros). Inicialmente, según ha podido saber Vida Sexual de una IA, esta otra imagen figuraba también en el catálogo.