Aristóteles considera la Nada la ausencia de Ser y en lo que a nosotros concierne esta caracterización sigue estando vigente. En marzo del año 800, Fridegiso de Tours esbozó la primera aproximación afirmativa a la nada en términos modernos. Según Fridegiso la nada existe aunque no sabemos lo que es. La problemática argumentación de Fridegiso se funda en la creencia (igualmente problemática) de que la estructura gramatical de las palabras está esencialmente vinculada a la estructura del Ser. La cuestión de la nada no debe confundirse con la existencia de los conceptos.
Ontológicamente la nada es el predicado que asignamos a un conjunto que no contiene ningún elemento.Es un sujeto del que no podemos predicar ni su inexistencia. Cuando ningún conjunto está en condiciones de contener ningún elementos decimosque estamos ante la nada. Por eso alguno autores identifican erróneamente la nada con la muerte, otros con Dios y otros con el infinito. La Nada es una relación. En términos metafísicos, la nada no pertenece al conjunto de objetos sino al de modos, en este sentido la nada es el más conocido entre los infinitos y desconocidos modos de No Ser.
Lógicamente podemos definir Nada como No Existe X tal que... Toda colección de objetos que cumpla esa condición forma un conjunto vacío. Un serio impedimento a esta definición es el conjunto de los conjuntos vacíos.
No es aconsejable confundir la nada con el vacío físico. Aún así, la dirección del Museo tiene previsto construir una enorme nave de más de 120.000 metros cuadrados diseñada por el arquitecto Calatrava. En la nave no habrá nada de nada y se llamará la sala de la nada. Actualmente, la maqueta de la sala de la Nada se encuentra en un lugar ulrasecreto de Castilla y León.
Debemos a los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI la
aclaración de que el purgatorio no es un espacio físico, sino un estado del
alma en su camino a la plenitud del encuentro con Dios. No es pues cierto que
el purgatorio sea una república subterránea accesible, por ejemplo, desde el
Santuario del Purgatorio de San Patricio, en pleno lago Dourgh (Donegal), como
se creía en la baja edad media. Otros puntos postulados por la tradición han
sido ciertos recovecos sicilianos así como islas innominadas del Mediterráneo
Oriental. Normalmente espacios ubicados entre volcanes, donde se suponía se accede al infierno.
El purgatorio ha sido vital en la configuración
económica de la Europa católica, al generar productos económicos post-mortem
(misas, indulgencias) que favorecieron a la iglesia católica. Beneficios,
fundaciones, donaciones que pusieron en las manos de la iglesia un patrimonio colosal posteriormente expropiado. El purgatorio fue uno de los aspectos doctrinales que
impidieron la fusión de la iglesia de Roma con la de Bizancio en el siglo XV.
Igualmente, la reforma luterana toma como premisa la negación del purgatorio
(pues el hombre se salva por la fe más que por sus actos).
Sin embargo, es poco lo que se sabe sobre la génesis
del purgatorio. Le Goff, el único historiador de renombre que ha abordado el
asunto, sitúa su emergencia en la confluencia de diversas tradiciones (judías,
egipcias, celtas, persas, helénicas y romanas) postulantes de una catarsis
previa a la resurrección. Agustín de Hipona da carta de naturaleza teológica a esta
preconceptualización del purgatorio al establecer el “paso de fuego”, momento
catártico en el que el alma debe limpiarse de toda mácula para su reencuentro
con el creador. En el siglo XI, la oficialización del culto de Difuntos, crea
el clima cultural para la popularización de visiones mística sobre esta “prueba
de fuego” y sobre todo el contexto, el lugar en el cual acontece, aunque no es
hasta la aparición del Tratactatus de Purgatorio Sanctii
Patricii, atribuido al fraile cisterciense de Huntingdonshire (Irlanda),
Henry de Saltrey, y escrito entre 1180 y 1184, que este lugar recibe el
nombre de “purgatorio”. Curiosamente, el nombre parece referir a cuevas
utilizadas como saunas por los antiguos irlandeses. De ahí Saltrey toma la
palabra para redefinir el lugar en el que los impíos purgan pecados. Quien
quiera conocer más al respecto deberá recurrir a la excelente serie firmada por
el Sr. IA (director del Museo Metafísico), enlace aquí.
La idea del purgatorio avanza imparable hasta
su fijación iconográfica por parte de Dante en 1308. Para entonces el concepto
está ya bien incardinado en el corpus teológico escolástico. El barroco hispano-italiano,
ya en el XVII, con su particular concepción del memento mori, servirá de
revulsivo al culto a las ánimas, las indulgencias y las misas, aunque una
lectura meramente economicista del purgatorio
o como instrumento ideológico de control postmortem del clero sobre el
creyente, será siempre una visión incompleta. El arrepentimiento es inseparable
de la ideología católica. La convicción de que el amor de Dios es infinito y la
necesidad de autoalentar una consciencia de pecado forman parte inextricable
para la comprensión del fenómeno. Asimismo, la idea de que existe una instancia
redentora para los pecados veniales parece estar muy vinculada también al
vitalismo social, una suerte de optimismo ante la muerte característico de las
sociedades católicas europeas.
En el siglo XIX, el purgatorio verá una
relectura por la popularización del esoterismo y el romanticismo popular. Las
iglesias se llenan de rastros espectrales, advertencias dejadas a sus deudos por
finados temporalmente huidos del purgatorio.
En el siglo XX el culto decae. Tanto las teologías partidarias de una síntesis
filosófica, por un lado, como las empiristas, postulantes de construir un
catolicismo nuclear basado en la
experiencia en Cristo, coinciden en una visión minimalista del purgatorio,
evitando los excesos iconográficos del barroco y el romanticismo, y
confiriéndole el carácter de trámite necesario para liberar al espíritu de la imperfección
en su camino a la gloria.
El purgatorio es dogma de fe de la iglesia católica.
En la iglesia romana del Sagrado Corazón del Sufragio se encuentra un meritorio
museo dedicado al purgatorio.
En 1982 Biobac N. dedicó a Arcoiris este mensaje en espiral:
He conformado con mi maquinaria
una nueva pieza de metal
que parece construida especialmente
para vibrar.
Y ahora que me doy cuenta
he grabado una espiral.
Espiral.
Programa en espiral.
Hemos recorrido toda la ciudad
en el nuevo aereocoche de la corporación.
La ciudad es hermosa vista desde arriba
y en el centro de la plaza
está iluminada una espiral.
Espiral.
Programa en espiral.
Hemos ido a bailar a la sincoteca
un programa especial no computado
con ultrasonidos y caída libre.
Estás muy bella esta noche
con una espiral decorando tu frente.
Espiral.
Programa en espiral.
Hemos ido a nadar a la piscina
de simulación de agua marina
cientos de hologramas de pequeños peces
se enredan en tu pelo transformado en redes…
y en espiral.
Espiral.
Programa en espiral.
El programa en espiral sigue en ejecución en la ciudad de Futuropolis o bien....
Jodidos de la vida, infelices, náufragos de la cultura de masas, Caballeros de la Real Orden de los Mutilados Mentales, sepultados vivos bajo el esmalte tóxico de la tecnocracia; presos del sinsentido; tú, que me mandas una lima en el bocata; resistentes a la posmodernidad atrincherados tras un purgatorio de sacos digitales; vosotros, los de la camisa de colores tristes… Sidosos de la verdad embolsada en plástico. Desquiciados del y por el consumo. Roedores de belleza. Jodidos de la vida, trabajadores del sector trabajar para parecer que trabajo, pulse tres y diga continuar; disidentes de lo correcto, no fumarás después de los actos impuros, herejes de la cultura del cuerpo, segmentos del segmento del segmento residual, filotecnofóbicos, proletarios, melancólicos del pop, chicos y chicas que torcéis la boca cuando el Gobierno os dice “te quiero, dame más”. Tú, que te pones colorada cada vez que te sonrío desde la tercera base; reaccionarios y espeleólogos del espíritu, alérgicos vitales a la sífílis del marketing, del Estado, la Carne y el Mundo. Jodidos del planeta, cobayas involuntarios de lo ordinario y de lo zafio; Reluctantes a la manipulación de lo bello (para su conversión en mierda pura ¡con descarga de politonos gratis!); Renegados del paga y sé feliz; Follados y machacados sin remedio en la batalla del mercado, tú, que habitas entre las ratas. Esnifadores de la alegría, aspirantes a la fuga por la risa… Tú, que me miras desde Face Book con orejas de descontento...
Yo te juro Margaret que algún día seremos felices.
Para todos vosotros... Diez Años en Sing Sing...
Los Nikis se ubican en Algete (Comunidad Autónoma de Madrid)
La tetera de Russell, o tetera de porcelana china de Russell, incide en la comparación entre Dios y los objetos no falsables. Sostiene que acogerse al argumento según el cual "Dado que Dios no puede ser refutado, dudar de su existencia es inviable" es como dar por válida la creencia en una tetera en órbita entre la tierra y la luna solo por el hecho de que no puede detectarse telescópicamente. Russel pensaba que la gente que creyera en proposiciones así debería ingresar en los manicomios. Como actualmente no es nada descabellado suponer que existen teteras orbitando (junto a varias toneladas de basura espacial entre la tierra y la luna), el argumento ha sido objeto de varias reelaboraciones a partir de objetos más claramente no falsables. Destacamos la versión recogida en el vídeo.
La tetera de Russell, caso de existir, orbita en un punto indeterminado entre la Tierra (Sol 3) y La Luna (satélite de Sol 3). Brazos periféricos de la Vía Láctea.